Una vez hemos tomado conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente, RECICLAR es el último paso de la regla de las 3R. La primera es REDUCIR el consumo y la segunda REUTILIZAR todo lo que podamos. Sólo cuando los objetos han acabado su vida útil es cuando tenemos que pensar en separar adecuadamente los residuos para que se puedan reciclar después. Pero, ¿realmente sabemos hacer la separación correctamente?

Botellas, bolsas, pajitas, tapones… El plástico está en nuestro día a día y produce efectos nocivos para el medioambiente. Para que te hagas una idea, una simple botella de plástico puede tardar hasta unos 500 años en descomponerse y según el Parlamento Europeo, actualmente hay más de 150 millones de toneladas de plástico acumulado en los océanos.

La ciudadanía cada vez recicla más. Ecomebes afirma que, durante el año 2018, cada español recicló un 12,3% más que el año anterior. Sin embargo, el 82% de los españoles admite que no recicla tanto como debería y uno de cada dos tiene dudas a la hora de hacer la separación de algunos tipos de plástico, según el Primer Informe Anual sobre el Estado del Reciclaje de Plástico elaborado por Hi-Cone.

El contenedor amarillo es uno de los que más dudas nos genera. De hecho, entre el 25% y el 30% de lo que se deposita en este cubo no debería ir en él. Todos tenemos claro que en este contenedor se deben depositar todos los envases de plástico y metálicos, pero ¿dónde va una cápsula de café? ¿y un frasco de jarabe? ¿hay que limpiar los envases antes de reciclarlos? Desde El Ágora te resolvemos todas las dudas.

Porque el brik, aunque aparentemente es de cartón, en su interior tiene aluminio o plástico, y su proceso de reciclaje es diferente.

No es necesario lavarlos porque además así gastamos más agua de la que necesitamos. Lo más importante es que el envase no contenga producto en su interior, es decir, es conveniente agotar el producto del todo y una vez bien vacío depositarlo en el contenedor que corresponda. De hecho, las propias empresas son las que se encargan de su limpieza.

No. Los cepillos de dientes, las maquinillas de afeitar o los peines no se pueden reciclar porque no son envases, aunque estén hechos principalmente de plástico. Al igual que ocurre con otros productos de higiene como los discos de algodón, los bastoncillos o las toallitas húmedas, o incluso los preservativos que, además, generan serios problemas para el medio ambiente si se arrojan por el inodoro. Todos estos productos deben de ir a contenedor naranja.

Ambos deben depositarse en el contenedor amarillo, siempre y cuando no estén excesivamente manchados de grasa. Si contienen muchos restos orgánicos, deben ir al contenedor naranja.

Si los aerosoles son de tamaño doméstico se deben depositar en el contenedor amarillo, siempre y cuando hayamos agotado el producto del todo, es decir, que estén totalmente vacíos para evitar que las sustancias tóxicas contaminen el resto. En caso contrario se deben depositar en un Punto Limpio.

Las cápsulas de café, al igual que las bolsitas de té, deben depositarse en el contenedor gris con tapa naranja, nunca en el amarillo. En el caso de las cápsulas, además existen canales de recogida paralelos organizados por los propios fabricantes donde se pueden llevar.

El contenedor amarillo está destinado exclusivamente a envases, que pueden ser de plástico, de metal o briks, por lo que elementos como juguetes, carros de la compra, CD’s, DVD’s o sartenes, deben ir al contenedor de color gris con tapa naranja. Tampoco se pueden depositar residuos como bolígrafos, sacapuntas, cintas de VHS, sillas, cubos de basura o mecheros.

El papel plastificado utilizado en carnicerías y pescaderías siempre se debe tirar al contenedor naranja. Sin embargo, las bandejas de Porexpan como las que se utilizan en el sector de la alimentación, se deben depositar en el contenedor amarillo ya que se trata de un envase.

A pesar de que sean envases y de plástico, se deben tirar al contenedor de residuos naranja o, por el contrario, se pueden llevar a un Punto Limpio. Y los utensilios de cocina que con el paso del tiempo y el uso dejan de ser útiles, como una espátula o un escurridor, tampoco van al contenedor amarillo, sino al naranja.

La caja de cartón debería ir al contenedor azul; el poliespán, que previene de los golpes, al contenedor amarillo; y si hay plástico de burbujas, también. El electrodoméstico antiguo, al ser un elemento tan grande y contar en su interior con piezas altamente contaminantes se deben recoger de forma selectiva, para posteriormente sufrir un proceso de descontaminación a través de un gestor autorizado.

Sí. Las radiografías se deben llevar a las farmacias y a los ambulatorios porque se aprovecha el polvo de plata que contienen. Algo parecido ocurre con los cartuchos de tinta de impresora, al tratarse de residuos especiales y un tanto peligrosos para el medio ambiente, se deben depositar en los puntos limpios de nuestras ciudades.

Los envases que han estado en contacto con medicamentos ya sean frascos, blísters, tubos, aerosoles o ampollas, aunque estén vacíos, deben ser tratados de forma específica. Para ello, deben llevarse al punto SIGRE de las farmacias que disponen de contenedores especiales para depositar los medicamentos usados, caducados o en mal estado. En ningún caso depositaremos termómetros, prótesis, agujas o frascos para toma de muestras de sangre, heces u orina, todos ellos deben ir al contenedor naranja.

Los envases mixtos son muy difíciles de reciclar, por lo que ayudaríamos mucho si los separamos: el papel/cartón, al contenedor azul, y el plástico, al amarillo.

No, esos productos no se reciclan, por lo que se deben depositar en el contenedor de color naranja o por el contrario en un Punto Limpio.

Si tienes más dudas, no dudes en contactar con nosotros por Facebook, Twitter o Instagram.

Recibe el boletín de actualidad